Sigo sin creer que los sueños son los que me llevan a ti.

Cada día que me despierto
mis pensamientos giran en torno a ti,
porque en aquella noche de sueños
es donde te veo por última vez
y te muestro mis alas rotas.

Tu olor permanece en mi desde que
te fuiste de mi vida,
porque tu desconoces que tengo tu nombre tatuado en mi corazón,
y a veces sigo sin creer que solo los sueños son los que me llevan a ti.

Tú eres mi madre

Tú,
que me regalas una sonrisa al amanecer,
maquillas mis fracturas,
cuidas mis delicados huesos,
soplando vientos de caricias,
y susurrándole a Dios
que nunca nos separe.

Tú,
vives conmigo,
pegada a mí,
muy pegada,
y en cada tic tac de mi pequeño corazón.

Tú,
eres una gran madre,
tú eres mi madre... la mejor !!!

La desnudez de mi corazón

Te imagino cada instante de mi vida,
en lo lejos, en lo cerca, en silencio,
y en la oscuridad.

Entre suspiros y sueños
te busco en las noches,
y como un susurro percibo tu calor.

Te amo mi vida,
te amo y no quiero que estés triste,
porque yo estoy contigo,
en lo bueno y en lo malo.

El mañana ya está cerca...
Para amarnos de nuevo,
sin fronteras ni tiempos...
para fundirnos en un beso apasionado,
tal y como siempre hemos soñado,
y le daremos alas a nuestros sueños,
los que te dicen que siempre te amaré
con los ojos del alma,
y la desnudez de mi corazón.

El centro de tu cuerpo ardiente

Dime por que tus palabras viajan en la oscuridad,
explícame por que el amor es más fuerte que el clavel,
que no tiene hora, ni medida en aquella habitación escondida,
ese momento que espera acabar en un dulce abrazo,
y dime porque para este amor, no existen fronteras.

Ven, acercate a mi boca…
Quiero que seas el fuego, el sol y la luna,
por favor ayúdame y calienta mis helados labios
para hazme arder de deseo,
y descubre en tus versos mis labios de cereza.

Siente como el aroma de mi piel desnuda se desliza ansiosa,
y como las estrellas iluminan nuestros cuerpos desnudos.

Abrázame fuerte en este amor sin retorno,
sin que ninguna de tus manos se detengan,
volemos donde el cielo se hace poesía,
y tus besos vuelan sobre mi piel mojada.

Amor mío no te pares otra vez,
porque esta noche seré tu diosa,
la niña que descubrirá tu sueño dorado,
y gózame durante el anochecer,
porque hoy necesito ser el centro de tu cuerpo ardiente.