... día y noche; mañana, tarde y noche.Sentía que por fin la vida empezaba a tener sentido para mí, que había algo y alguien por quien seguir luchando.
En sus brazos nada era igual, pues todo era nuevo para mí y a la vez tan hermoso que no deseaba que se acabase nunca.
Cuando estaba arropada en sus brazos sentía que el reloj se paraba, aunque los días siempre pasan volando sin que nos enteremos quería que nada estropease la magia que sentía cuando estaba en sus brazos, también deseaba que el reloj se parase y que el mundo me dejase vivir feliz por una vez en mi vida a su lado.
Todas o casí todas las noches soñaba que me despertaba abrazada a él, no quería que nos besáramos ni que nos tocáramos, puesto que a su lado todo era tan bonito y tan diferente a lo que me había tocado vivir que solo quería despertar y verle a mi lado.
Pero solo eran sueños; era esa clase de sueños que tanto ansiamos cumplir y que al final no siempre se cumplen.
Sin embargo, nunca me rendía a la hora de no creer que muchos sueños se hacen realidad, no, rendirme ante algo nunca ha sido algo que me haya caracterizado y ahora que había cumplido parte de mi sueño al estar entre sus brazos ¿por qué tenía que rendirme?, ¿Por qué no podía seguir soñando un poquito más? y sobretodo ¿por qué no iba a creer de nuevo en el amor?.
Lo mío hacía él no fue un flechazo, pero si mi gran mundo de cristal, mi miedo a perderle si le decía todo lo que sentía por él y quizás el gran amor de mi vida.
Un avión, una silla de ruedas y un montón de kilómetros; eso era lo que me obligaba a no poder cumplir mi deseo de abrazarle, de mirarle fijamente a los ojos para luego no decirle ni una sola palabra, para dejar que el reloj corríera todo lo que le diera la gana, para callar a todas aquellas mentes y bocas retorcidas que piensan que el amor no es para las personas minusválidas y sobretodo para intentar transmitirle a todas esas personas que un cristal no solamente nos puede cortar.
2 meses fue lo que necesite para darme cuenta de lo que sentía por él, 2 malditos meses en los que calle mis verdaderos sentimientos hacía él delante de mucha gente y delante de él por él; sí por él, porque en mi interior había mucho miedo a lo que la gente le pudiera decir y le amaba tanto que no soportaba verle mal.
Pero todos mis miedos y mis dudas se esfumaban como el humo cuando estaba entre sus brazos, puesto que solo quería cerrar mis ojos y por una vez en mi vida volver a sentir 3 años después lo que era amar a alguien de verdad, quería volver a notar como mi corazón se me salía con cada palabra suya, con cada letra que me escribía por el Messenger y con cada una de sus pequeñas y escasas sonrisas.
En sus brazos quizá viví en un mundo de Yupi, en una nube de la que nunca me quise caer, pero sabía que si me caía él iba a estar ahí para evitar mi muerte, aunque en el fondo de su corazón él no sentía por mí lo mismo y pesé a que yo lo supe desde el primer momento nunca me rendí y siempre estaba tan dispuesta a renunciar a él con tal de verle feliz al lado de alguien capaz de descubrir su belleza interior, capaz de entender su forma de darle vueltas a todo, capaz de comprender que el físico con el paso del tiempo se deteriora tanto que no vale nada y sobretodo capaz de ver que no se trataba del típico chico de barrio (me refiero al típico chulo) al que todas estamos acostumbradas.
Sé que algunas personas críticaran mi entrada de hoy, pero también soy consciente de que otras tantas personas van a entender perfectamente que este es mi blog, mi diario, mis críticas y mis sentmientos; por lo que sé que entenderán que en mi diario puedo escribir lo que desee y que desde hace muchos años asumo las consecuencias de mis actos, pesé a que mucha gente no hace lo mismo y siempre buscan culpables hasta de debajo de una piedra.
Pero he de aclarar que si hoy estoy escribiendo esta entrada, es porque hoy a esta misma hora hace un año que conocí esos brazos que sin querer me devolvieron la sonrisa, que me enseñaron que en esta asquerosa vida no todo es tan oscuro y el significado del verdadero amor; ese amor que tan solo un instante nos es correspondido y ese amor que deseamos tener el resto de nuestra vida.
Quizás hoy esté realmente ida, que no sepa ni lo que digo ni lo que escribo, también puede que hoy esté demasiado sentimental, tonta, que me transforme en un ser despreciable para muchos y adorable para otros, o que sin querer me vuelva completamente loca, pero es que precisamente ahora he de reconocer que estoy completamente loquita por él y he de confesar que nunca he amado a nadie con tanta pasión y con tanta fuerza como le he amado a él.
También puede darse el caso de que para algunas personas yo sea la más falsa, la más hipócrita, y como no, puede que también sea la más ingenua a nivel inocente que existe en este mundo, pero también se puede dar el caso de que puede que sea la mejor para algunas personas; para esas personas capaces de entender como me sentía y porque a veces me callaba las cosas, lo cierto, es que pesé a todo esto puede que sea la persona que más le ha amado y quizá la que lo dio todo sin condiciones.
Pero aún así, pesé a mis fallos, a mis posibles constantes meteduras de pata y a mis inperfecciones le amé y llego el momento en el que no deseaba otra cosa que la de estar entre sus brazos y hacer que estuviera feliz.
Le vendí mi corazón sin condicciones, asumí muchas consecuencías de cosas que ni rompí, me callé por amor lo incallable, pero hoy en día ¿quíen no comete algún tipo de locura por amor?
A todo esto y ya para finalizar, solo me queda por decir que le sigo amando, que puede que en un futuro me vuelva a enamorar de otra persona, pero que jamás volveré a amar como le he amado a él y que a pensar de todo fue mi mejor amigo y mi mejor confidente.
TQ mi amor.