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Cuando ya me haya marchado.
Cuando ya nadie te quiera,
y quieras marcharte.
Me recordarás...
buscando mi ternura
entre tus recuerdos,
entre lágrimas incomprendidas,
y en el silencio de tu soledad,
gritarás mi nombre.
Buscarás mis palabras,
para revivir todo aquello
que nunca quisiste recordar...
Y entre esas palabras,
recordarás con inmenso dolor,
aquellas risas tan inocentes,
que siempre te arrancaba,
y en los besos que te di.
Verás la luz y la oscuridad,
clavada a tu alma,
mezclada con aquel silencio callado,
que hoy consigo adivinar en tus ojos.
Un destino marcado,
por la amarga ausencia,
de un amor inolvidable,
creado de la nada,
y que aún se niega a morir.
Pero cuando te sientas perdido,
cuando te amenace la locura,
y tu amor no esté a tu lado,
tu corazón preguntará por mí,
aunque ya no estaré a tu lado
abrazando tus miedos,
resolviendo tus dudas,
y compartiendo tus sueños.
Porque me habré ido para siempre,
como se nos va la vida,
porque aunque no me quiera ir,
tú me echarás en plena noche,
y me iré llorando.
Me alejaré con mis alas rotas,
y no habrá marcha atrás.
Cuando ya me haya marchado,
y tú me extrañes, y me recuerdes,
me llamarás a gritos desesperados,
y todo será en vano,
porque puede que ya sea tarde.
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